De esto estoy plenamente convencida.
A menudo buscamos respuestas pero nos encontramos con más preguntas.
Porque sí, es una de las respuestas más utilizadas que escuchamos desde pequeños, cuando no sabemos el por qué de las cosas y nuestros padres ante el desconocimiento o simplemente para salir del paso nos silencian momentáneamente con esta respuesta que nos motiva a seguir buscando.
La vida por naturaleza nos impulsa a ser insistentes.Para muchos porque es la causa y el sí la consecuencia.
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Hay cosas que no escogemos y a las cuales podemos atribuir a un porque sí. Sin embargo son producto de decisiones que ya se tomaron. Por ejemplo no somos porque sí, hijos de nuestros padres. En su momento ellos tomaron una decisión de la cual somos producto.
La expresión porque sí, puede dar vida ante la presencia de un escucha, no conformista al nacimiento de razones y argumentos.
Saber el por qué, nos ayudará a descifrar y encontrar respuestas sin que tengamos que conformarnos con ese porque sí que tanto cuesta registrar.
No es una regla pero considero recomendable tener claro por qué hacemos algo. Cuál es el objetivo de lo que estoy haciendo.
Aquel que tiene un porqué para vivir podrá enfrentarse a todos los cómos y dejar de preguntarse ¿por qué?
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