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La oportunidad de decir las cosas

Publicado por GDS

Hay una expresión que cita: El que mucho habla mucho yerra.
Consecuencia de esta expresión se me ocurre, que también podemos errar por no decir nada.
La comunicación, esa interacción esencial entre los seres humanos y que mal utilizada es la causante de muchas confusiones, conflictos y desavenencias en general, pero que siguiendo una equilibrada utilización de sus herramientas es la materialización de muchos beneficios no solo emocionales sino concretamente palpables y cuantificables incluso en términos económicos en el mundo de los negocios.
Tal y como decía antes, no decir nada, no comunicar, puede ser grave, tomando en consideración que puede tomar un sentido incierto, no concluyente o difuso.
En el mundo financiero la naturaleza, oportunidad y alcance determinan la comprensión de los sistemas y la confianza que se puede tener en el mismo respecto a los riesgos inherentes de los procesos.
Asimismo es el ser humano en el proceso de comunicarse, obtiene resultados consecuencia de esa interacción, la cual puede ser catalogada o calificada positiva o negativamente tomando en consideración la omisión de informaciones.
Los mayores escándalos financieros han sido producto de la revelación tardía de informaciones importantes para la toma de decisiones.
En la vida cotidiana, ocultar o no manifestar con claridad también es la causa más frecuente de un deterioro de la calidad de las emociones que se comparten.
Aprender y aprovechar la oportunidad del poder de la comunicación, más que provocar errores, potencializa la comprensión, solidaridad, unión y concluyentemente resultados favorables en los diferentes ámbitos de nuestra existencia y la de los demás.
Decir las cosas siempre es importante, solo debemos tomar en cuenta que sea oportuno el momento y el efecto. No es decirlas por decirlas para satisfacer nuestro deseo de expresión, sino para ser honestos con los demás.

En esta vida todo tiene número, peso y medida

Publicado por GDS


Esto lo traigo a colación tras una visita al Real Monasterio de San Lorenzo El Escorial hace un tiempo y recuerdo que uno de sus gentiles guías llamado Luís del área de la biblioteca, nos contaba datos relativos del significado de la bóveda que cubre las estanterías que albergan los libros, la cual está ilustrada con pinturas realizadas por Pellegrino Tibaldi, influenciado en gran medida por las obras de Miguel Ángel

Es con relación a la pintura de la bóveda, cuando nos comentó que todo tiene número, peso y medida.

Cuando escuché esto mi mente se puso en búsqueda de excepciones, porque para mí la palabra “Todo”, tiene un peso muy grande, y fue entonces cuando le dije que existen cosas en la vida que por su condición abstracta es difícil asignarles estas características.

Sin duda alguna es posible que puedan tener un valor y por tal motivo encasillarlas, pero es un poco difícil.
No llego a comprender el grado de importancia que tiene en ocasiones otorgar números, pesos y medidas a las cosas. Sin embargo encontré estas explicaciones al respecto:
1-Si sólo miramos el número, nos hacemos como los racionalistas que piensan que los números y los entes matemáticos son los constitutivos de las cosas
2-Si sólo miramos la medida nos hacemos materialistas como los que dicen que no hay nada espiritual.
3-Si sólo miramos el peso, nos hacemos energicistas como los que se creen que no hay nada estable y que todo es historia, cambio y movimiento.

La expresión sin dudas es muy sabia y de hecho se encuentra en Sabidurías 11,20.
No obstante en cada uno está el poder de asignar si así lo deseamos numero, peso o medida a las cosas. Decidir está más cerca del “Todo”.