Hoy escuché una frase quizás no muy compartida pero que siempre he planteado, seguida de largas discusiones debido a que la mayoría de los presentes en esos momentos no estaban de acuerdo con mi posición.
“La gente no cambia”.
La variante entre lo que he planteado y lo escuchado hoy, es que la frase se completaba con que “mejora”, para mí siguen siendo iguales y solo modifican en base a las circunstancias un modo habitual por uno más conveniente, sin asegurar con esto que se mejore o se empeore la situación, solo es una elección que se sale del habito por el “depende”.
Este depende puede ser producto de nuevos hábitos de consumo, tendencias, ventajas, crecimiento del entorno, edad poblacional, en fin un sinnúmero de variables a las que estamos expuestos.
Es probable que individuos que han modificado un comportamiento anterior y que proyectan otra percepción social sea la evidencia más fehaciente. No obstante se puede cambiar pero no olvidar.
Las vivencias siempre estarán en nuestras mentes. Situaciones alegres, tristes, ciertas o falsas, no las podemos olvidar.
Aquí otra interrogante, partiendo de la esencia del ser humano ¿Cambian las organizaciones o solo modifican sus bases atendiendo a nuevos patrones de comportamiento por el circunstancial “depende”?
Para muchos es cambio, para otros evolución, para mí simplemente parte del equilibrio.
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